Investigadores del MIT y de Olivo Labs han
desarrollado un gel de polímeros que actúa como una segunda piel.
La piel 'artificial', además de borrar arrugas y manchas, puede
incorporar fármacos para tratar varias patologías.
Una especie de tirita capaz de proteger a la piel, no de
las heridas, sino del envejecimiento, ya producidos por el paso de
los años, como las arrugas, las manchas y las bolsas de los ojos.
Destacan como clave de su éxito el desarrollo de un nuevo tipo de
polímero biocompatible con el organismo humano.
Hace más de 10 años, este equipo
de expertos del Hospital General de Massachusetts se propuso
desarrollar una segunda piel,
una especie de capa protectora que reuniera todas las propiedades
mecánicas (elasticidad y flexibilidad, además de que fuera
transparente y cómoda) de la dermis natural y se convirtiera,
además, en una solución para devolver al cutis sus atributos
iniciales. Los investigadores crearon una biblioteca de más de 100
candidatos a polímeros reparadores
de la piel. Son un tipo de resinas de silicona, no tóxicas, que
pueden ser implantadas en el organismo humano sin ser rechazadas.
A partir de este material siloxano, Robert Langer y su
equipo han diseñado una especie de gel.
Basta con extenderlo sobre la dermis y, en segundo lugar, aplicar un
catalizador de platino en formato de crema que convierte
al gel en una especie de 'film' transparente, que
no sólo refuerza físicamente a la piel, también proporciona una
capa de barrera transpirable. Langer postula que
esta 'segunda piel' podría también preservar a la dermis de los
daños de los rayos ultravioleta. Y más allá de
la estética, también podría conllevar beneficios desde el punto de
vista médico, para condiciones como la dermatitis y escemas.
Antes de probarlo en https://youtu.be/AkpT5BihMiola piel de personas, las pruebas
de laboratorio ya indicaron señales que apuntaban altas
expectativas. Dicho material podía someterse a
un estiramiento de más del 250% y después,
recuperar su estado inicial sin efecto alguno.
En definitiva, es una capa
invisible, elástica, flexible, hidratada, capaz de adherirse a la
piel y biocompatible con el organismo humano que
logra reducir los efectos del envejecimiento, tensando la piel y
suavizando las arrugas. La biocompatibilidad es
un elemento clave para evitar el rechazo por parte del organismo
humano.
Raquel Torrecillas 1º Bachillerato C
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